Todo fin da paso a un Inicio

22.12.2013 20:02
 

 

En la cultura que vivimos, la navidad nos habla que termina un año y que pronto iniciará uno nuevo. Para muchos es un tiempo de felicidad y para otros de tristeza; es un período que da lugar a la reflexión, reconciliación y a la fraternidad; para los niños es uno de los momentos más esperados, podrán ver los lugares llenos de luces, de alegría y su tan esperado regalo del Niño Jesús; quienes tenemos la dicha de tener niños pequeños, disfrutamos un montón ver las caras de alegría de nuestros hijos cuando ven el regalo del Niño Jesús, y más aún cuando lo abren y ven que es lo que habían pedido en su carta.

Los abuelos pueden disfrutar con mucho orgullo de la compañía de sus hijos y nietos y poder ver la gran familia que han formado. También hay quienes tienen otra visión y para ellos la navidad no es nada agradable y no tiene nada de diferente a los otros meses, a excepción de que en este mes pueden ver a familias enteras reunirse para pasar momentos diferentes y despedir a un año viejo y a la espera de uno nuevo, con la esperanza de que será mucho mejor que el anterior.

En conclusión, puedo decir que este último mes del año, es un mes donde resaltan las emociones, donde el perdón y el arrepentimiento pueden salir a relucir, donde las lágrimas son invitadas por las familias, donde las promesas de ser una nueva personas para este nuevo año abundan, es decir donde todos marcamos un fin y nos permitimos iniciar de nuevo.

Cuando hayas aceptado el inicio de este año nuevo, no olvides tomar un momento para escribir todas esas promesas de inicio y que no se diluyan entre las lágrimas y se esfumen en el ambiente con el humo de los fuegos artificiales. Una vez pasado el momento de emoción, léelas con calma, plantéate objetivos, entrégalas al Señor y trabaja durante todo el año para alcanzarlos y cuando lo hagas, sabrás con seguridad que nunca un año será igual al otro y que siempre estarás mejor que el año anterior.

No dejemos pasar la oportunidad que tenemos cada año de tener un nuevo inicio y de marcarlo como mejor que el año anterior. No dejemos pasar la oportunidad para comenzar a trabajar en ser una mejor persona, un mejor profesional, un mejor padre, un mejor hijo, un mejor esposo, un mejor trabajador, un mejor ciudadano, en fin, como dice Miguel Angel Cornejo, de ser por lo menos un 1% mejor cada día, a pesar de las adversidades que enfrentamos a diario. Vamos a dar gracias a Dios que tenemos adversidades con las que luchar, porque ellas nos indican que aún estamos vivos y que sentimos.

Este fin de año, revisa todos tus éxitos y tus fracasos y marca la pauta para un mejor año y no dejes pasar la oportunidad.

Feliz Navidad y que este nuevo año esté lleno de bendiciones y que Dios te colme de salud y sabiduría para escoger siempre el mejor camino al éxito, sirviéndole en todo momento.

"Determinarás una cosa, y te será firme, y sobre todos tus caminos resplandecerá la luz". Job 22:28

Simón Fernández