Matrimonio de Tres
Cuando tomas una de las decisiones más importante de un ser humano, unirse en matrimonio a otro ser, eso significa ser parte de otro. Las escrituras bíblicas dicen “…y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno.” Mt 10:8.
El matrimonio supone la unión de dos personas, sin embargo la mejor interpretación debe ser la creación de un nuevo ser, eso significa que iniciará un proceso de transformación que permitirá que cada uno se acople al otro para llegar a cumplir la palabra de Dios, ya no ser dos, sino uno. Durante todo ese proceso se verán sometidos a diferentes circunstancias que ayudarán a la unión y otras que buscarán que no se complete esa unión.
Todo hombre y mujer que se somete a la autoridad de Dios, tiene temor de Él y por lo tanto transita por camino del bien. Cuando un matrimonio acuerda someterse a la autoridad de Dios y tenerlo presente en todo momento no habrá nada ni nadie que pueda destruirlo, a pesar de las circunstancias, en Eclesiastés 4:12 dice “…cordón de tres dobleces no se rompe…”, llamando a que el hombre, la mujer y Dios juntos hacen una combinación perfecta que nada ni nadie podrá romper. La única condición es que tanto el hombre como la mujer acepten que Dios esté en medio de ellos y guardar su palabra, respetándolo y obedeciéndolo.
El matrimonio debe tomar por costumbre hacer juntos y por separado oraciones a Dios, agradeciendo en todo momento por todas las bendiciones recibidas y pidiendo su sagrada protección. Estos lazos de oración empezarán a tejer un cordón tan fuerte que los mantendrá de pie en todo momento y serán como aquel hombre prudente que edificó su casa sobre la roca, descendió lluvia y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Mt 7: 24-25.
El Señor quiere bendecir al matrimonio y para ello deben permitir su entrada en medio de los dos y aceptarlo. Tomen este regalo como una joya de mucho valor que en todo momento la mantienen limpia.
Para todo matrimonio temeroso de Dios vendrá todo lo mejor y la Bendición de Dios descenderá sobre ellos, la sangre de Cristo los protegerá y los cubrirá de toda malicia, y vendrá sobre ellos prosperidad, salud y una gran familia para glorificar a Dios.
Simón Fernández