El Encuentro

01.07.2013 00:06

Estoy seguro que así como yo, tú también en algún momento has deseado un encuentro con una persona a la que amas, están separados o simplemente estás enamorado y quieres que pase el día rápido para poder ver a esa persona especial, que al estar a su lado te hace sentir fenomenal, y más dramático aún, el tiempo con ella te parece que pasa tan rápido, que quisieras detenerlo; llega un momento en el que no sabes de qué hablaron, de qué rieron e incluso por qué se quedaron callados, pero lo único que sabes es que fue un momento especial que quieres que se repita.

 

Así como este encuentro que te acabo de describir, te voy hablar de un encuentro del que muy pocos han experimentado y una vez que lo hacen, no quieren dejar de experimentarlo. Por lo grande de este encuentro, te pido que si no tienes al menos 5 minutos para leer lo que viene a continuación, espera el momento en que lo tengas para saber de esta maravillosa y única experiencia sobrenatural.

 

Por la gracia de Dios tuve la oportunidad de crecer en un hogar donde se nos enseñaba el temor a Dios y tenerlo presente en cada circunstancia, aunque como niños, mis hermanos y yo siempre decíamos – que fastidio siempre lo mismo. Sin embargo, esa semilla quedó sembrada en mí, y al crecer siempre tenía una voz interna que me decía qué hacer ante dilemas y me protegía del peligro.

 

Recuerdo un viaje que hice como estudiante, con unos compañeros hacia la Colonia Tovar y una vez terminado el paseo, nos disponíamos a bajar, mi corazón empezó a latir impresionantemente rápido, y sentía una voz que me decía: no bajen; como pude le expliqué a mis amigos, pero todos se rieron de mí, no me quedaba de otra que aceptar bajar, de repente el carro se colea y quien manejaba no podía controlarlo. Quienes ha conocido este sitio, sabe que para llegar, hay que subir mucho, y la carretera es estrecha y con muchos acantilados. Gracias a Dios, el carro se detuvo en la orilla de la carretera y cuando bajamos, no podíamos creer lo que hizo detener el carro, era una pequeña roca, que cuando la veías debajo del caucho, es imposible creer que eso tuvo la fortaleza para frenar un carro sin control, decidimos quedarnos esa noche en la Colonia Tovar y no bajar.

 

Así como esta historia puedo contarles muchas más que he experimentado, y que a la vista son sobrenaturales. Pasado los años, y luego de tener la grata experiencia de ser invitado a una iglesia, en donde tuve la oportunidad de entrar a estudiar la palabra de Dios, con la lectura de Biblia, un día me fue revelado la respuesta a la pregunta que siempre me hice: “¿Señor tu siempre estás conmigo?”

 

Era un día normal en mi vida, salía del trabajo y me dispuse a ir a la iglesia a una clase de líderes, antes de iniciar era costumbre tomar un tiempo para dar gracias a Dios por todo lo recibido. Estando en esa fase, llegan a mí palabras desconocidas, que no podía descifrar, abrí mis ojos para mirar alrededor pero todo estaba normal, seguían viniendo palabras y no podía entender lo que estaba sucediendo. No dije nada, sino que en casa, en oración antes de dormir, el Señor me revela que es su presencia la que he escuchado y que siempre ha estado conmigo, y ahora como lo he buscado de corazón me hace sentir su gloria.

 

Realmente no podía ni explicarle a mi esposa lo sucedido, pasé varios días sin decírselo. Ese momento no fue de tormento, ni de angustia, fue un momento único, en donde la lógica y la ciencia no tienen cabida. Desde ese momento y hasta ahora, la voz de Dios la llevo conmigo, anhelando tenerla siempre y cada vez más cerca de mí.

 

Con esto no quiero hacerles saber mi experiencia con este encuentro maravilloso, sino que quiero hacerle saber que todos podemos tenerlo. Las religiones nos han separado de la palabra de Dios y por ende de su camino. Dios no es religión, ni hace acepciones de personas.  Nuestro afán por la vida nos ha alejado de ÉL.

 

Dios está contigo y si confiesas de corazón que Él es tu salvador y lo aceptas dentro de ti, Él morará contigo y se te manifestará de manera sobrenatural, que cuando lo haga, ese encuentro nunca, pero nunca lo olvidarás, y querrás que se repita.

 

Cuando la gloria de Dios viene a tu vida, por haber guardado su palabra, todo cambia, y cambia para bien y no será casualidad que empieces a desarrollar dones, de los que nunca creías poder tener. No será casualidad que tu vida empiece a prosperar y no será casualidad que empieces a vivir una vida de paz y éxito.

 

Pídele a Dios que te ayude a encontrar su camino perfecto, y te aseguro que no pasará mucho tiempo cuando llegue a ti un servidor para darte la respuesta, sólo déjate llevar de la mano de Dios y entrarás a una vida llena de encuentros maravillosos.

 

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” Jeremías 33: 3

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” 1Corintios 2:14

He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad” Jeremías 33:6

 

Simón Fernández